La decisión de castrar (esterilizar) a tu mascota es un acto de responsabilidad que mejora su salud y bienestar a largo plazo. Sin embargo, antes y después del procedimiento surgen muchas dudas. En Clínica Veterinaria Elche queremos orientarte con una guía día a día sobre qué hacer antes de la operación, el día de la cirugía y en los días posteriores, para que tu perro o gato tenga una recuperación rápida y sin contratiempos. Usaremos un tono profesional pero cercano, como el que emplearía un veterinario al educar a los dueños de mascotas.
Preparativos antes de la cirugía
Una buena preparación en los días previos a la castración ayuda a minimizar riesgos y estrés. Te recomendamos seguir estos pasos antes del procedimiento:
- Revisión veterinaria y vacunas al día: Asegúrate de que tu mascota ha pasado por un examen clínico prequirúrgico reciente y que está sana, correctamente vacunada y desparasitada. Informa al veterinario sobre cualquier condición médica o medicamento que tu mascota esté tomando. Esto permite identificar a tiempo problemas ocultos y planificar la anestesia más segura para tu compañero.
- Baño y limpieza general: Si se trata de un perro, báñalo uno o dos días antes de la cirugía para que esté limpio; después de la operación no podrá mojarse durante ~10 días. Cepilla su pelaje para eliminar suciedad o nudos. En gatos no es necesario bañar, pero sí conviene que estén limpios y con las uñas recortadas (para evitar arañazos accidentales post-cirugía).
- Ayuno previo: Respeta estrictamente las instrucciones de ayuno dadas por tu cirujano veterinario. Por lo general, se indica no dar alimento sólido en las 8-12 horas previas a la cirugía. Esto suele significar que la última comida sea la noche anterior (y nada de desayuno el día de la operación). El agua suele retirarse unas 2-3 horas antes del procedimiento. El ayuno es fundamental para evitar vómitos durante la anestesia, lo cual podría ser peligroso.
- Preparar el transporte y el hogar: El día de la cirugía, lleva a tu perro con correa y a tu gato en un transportín seguro, para evitar fugas o accidentes camino a la clínica. Procura que tu mascota haga sus necesidades antes de ir al veterinario (un paseo breve para que orine/defeque), así estará más cómoda durante la espera y el procedimiento. En casa, deja listo un espacio tranquilo, con su camita limpia, donde pueda recuperarse al volver.
El día de la cirugía (día 0)
Ha llegado el día. Mantén la calma, ya que los animales perciben nuestro estado de ánimo. Por la mañana no alimentes a tu mascota (solo agua si está permitido hasta cierta hora). Llega puntualmente a la hora indicada por la clínica, así habrá tiempo para el registro y las últimas indicaciones. Confirma con el equipo veterinario cualquier duda de último minuto.
Tu mascota será atendida por el veterinario y permanecerá bajo anestesia durante la castración. En muchos casos, podrás llevarla de regreso a casa ese mismo día una vez que esté despierta y estabilizada (suele ser a las pocas horas de la operación). El postoperatorio inmediato lo supervisa la clínica hasta asegurarse de que el animal se recupera bien de la anestesia. Cuando te la entreguen, te darán instrucciones específicas sobre medicación, cuidados de la herida y signos de alarma. Sigue al pie de la letra las recomendaciones de tu veterinario.
Al recoger a tu perro o gato tras la cirugía, es normal que aún esté algo aturdido por la anestesia. Manipúlalo con suavidad al colocarlo en el coche; evita movimientos bruscos. Si es un animal de tamaño mediano/grande, quizá necesites ayuda para subirlo al vehículo. Lleva una manta para arroparlo si hace frío, ya que tras la anestesia pueden tener tendencia a bajar su temperatura corporal. Evita paradas innecesarias de camino a casa y no lo dejes solo dentro del coche.
Primeras horas tras la cirugía (mismo día)
Un gato con un collar isabelino (tipo almohada) tras su cirugía de esterilización. Al llegar a casa el mismo día de la operación, tu mascota probablemente esté aún somnolienta y desorientada. Prepara un lugar tranquilo, tibio y limpio donde pueda descansar cómodamente. Evita corrientes de aire y ruidos fuertes; recuerda que la anestesia puede hacer que esté más sensible al frío y al estrés. Mantenla abrigada con una manta ligera si es necesario, y siempre bajo supervisión durante estas primeras horas críticas.
- Reposo absoluto: Deja que tu perro o gato repose en su cama o en el espacio preparado, en posición cómoda. Mantén otras mascotas y niños alejados por ahora, para que no lo molesten. Un ambiente calmado ayuda a una mejor recuperación inicial.
- Agua y comida: Ofrece agua fresca tan pronto veas que está bien despierto, pero en poca cantidad al principio (unas pocas cucharadas) para rehidratarse sin provocar vómitos. En cuanto a la comida, pasadas unas horas puedes darle una porción muy pequeña de alimento blando (por ejemplo, un poco de su pienso humedecido o pollo hervido). Muchos animales no quieren comer el mismo día de la operación, lo cual es normal. No le fuerces; si no tiene apetito hoy, intentaremos más tarde o al día siguiente. Si vomita tras comer o beber, retira la comida y espera hasta el día siguiente para reintroducirla, manteniendo solo agua en pequeñas cantidades.
- Medicaciones postoperatorias: Es probable que el veterinario haya aplicado analgésicos de larga duración durante la cirugía para controlar el dolor. Aun así, puede que te hayan recetado medicamentos para casa (analgésicos o antibióticos). Adminístralos exactamente según la pauta indicada (dosis y horarios) desde esa misma noche o a partir del día siguiente, dependiendo de las instrucciones. No des medicinas humanas ni ninguna no prescrita; solo lo que el veterinario te haya indicado.
- Collar isabelino (cono): Antes de que termine el día, coloca a tu mascota el collar isabelino o cono si el veterinario te lo ha proporcionado (muchas clínicas lo ponen al dar el alta). Este collar evita que lama o muerda la herida, algo vital para que no se infecte ni se abran los puntos. Aunque al principio les incomode, no debes quitarlo salvo para limpieza supervisada, ni siquiera durante la noche. Tu mascota puede dormir y moverse con él; quitarle el collar “un ratito” suele terminar en lamidos a escondidas que complican la cicatrización. Existen conos rígidos de plástico y también modelos blandos (tipo almohadilla o “donut”); cualquiera que cumpla la función está bien, elige el que le resulte más cómodo siempre que lo mantenga puesto.
- Observación cercana: Vigila a tu mascota durante estas horas iniciales. Es normal que esté algo grogui, que camine tambaleante o quiera dormir mucho. Puede haber un leve sangrado en la zona de la herida en el primer día; suele ser mínimo, pero si notas sangrado abundante o constante, contacta con la clínica. También es esperable que esté apatía o decaída tras la cirugía – ha sido un día difícil para ella. Déjala descansar, pero obsérvala periódicamente. Si muestra signos de dolor intenso (quejidos fuertes, agitación inconsolable) aun con la medicación, o vómitos persistentes, llama al veterinario de inmediato.
Día 1 después de la cirugía
Al día siguiente de la castración tu perro o gato debería amanecer mucho más despejado y con algo más de apetito. En circunstancias normales, tras 24 horas de la operación la mascota ya debe comer, orinar y defecar con cierta normalidad. Si tu peludo aún no ha realizado alguna de estas funciones básicas pasadas 24 horas, consúltalo con el veterinario.
- Alimentación: Ofrece comida ligera en la mañana del día siguiente. Si ayer no comió nada, hoy debería ya mostrar interés. Retoma su dieta habitual poco a poco: comienza con raciones pequeñas y ve aumentando a la cantidad normal a medida que veas que la tolera bien. A partir de este día la mayoría de mascotas comen con apetito normal. Asegúrate de que bebe agua con regularidad para mantenerse hidratada.
- Actividad controlada: Tu mascota seguramente se sentirá mejor y querrá moverse un poco más, pero todavía necesita reposo. Evita juegos bruscos, saltos o carreras. Para los perros, únicamente paseos muy breves con correa para que hagan sus necesidades. No lo sueltes ni permitas que corra libremente, incluso si lo ves animado, porque un esfuerzo temprano podría abrir la herida. Los gatos deben permanecer preferiblemente dentro de casa, en un espacio acotado (una habitación) donde no puedan saltar a sitios altos. Subir escaleras despacio está permitido si es inevitable, pero intenta limitarlo al mínimo. Recuerda que el riesgo de que se separen los puntos es mayor entre los días 3 y 5 post-cirugía, cuando la herida está cicatrizando, así que es crucial mantener la calma especialmente durante este periodo.
- Cuidado de la herida: Toca realizar la primera limpieza del área quirúrgica. Revisa la incisión a diario para asegurarte de que luce bien. El día 1 es un buen momento para limpiar suavemente los bordes de la herida por primera vez, a menos que tu veterinario te haya indicado lo contrario. Usa una gasa limpia humedecida en solución antiséptica (por ejemplo, povidona yodada diluida o clorhexidina) para desinfectar alrededor de la incisión. Limpia con movimientos suaves, siempre de adentro hacia afuera, y seca dando golpecitos suaves con otra gasa limpia. No apliques cremas, alcohol ni otros productos no recetados directamente sobre la herida. Si tu mascota tiene vendaje, asegúrate de que permanezca limpio y seco; si se ensucia o moja, acude a la clínica para cambiarlo. Tras la limpieza, verifica que el área no esté excesivamente roja, hinchada, con secreciones de mal olor o muy caliente, ya que estos podrían ser signos de infección. Un ligero enrojecimiento o una pequeña hinchazón son normales, pero si notas algo preocupante, consulta al veterinario.
- Medicamentos y cuidados adicionales: Continúa administrando los analgésicos y/o antibióticos prescritos según el plan indicado (muchos tratamientos de antibiótico duran unos 5-7 días, asegúrate de completarlos si se recetaron). Siempre da las medicinas después de que tu mascota coma algo, para evitar irritación gastrointestinal. Mantén el collar isabelino puesto todo el tiempo. Es posible que tu mascota ya esté más activa e intente quitárselo o se muestre incómoda; sé firme y no se lo retires. Supervisión constante: sigue observando su comportamiento general, apetito y estado de la herida durante este día.
Días 2 y 3 después de la cirugía
En el segundo y tercer día post-cirugía, tu compañero de cuatro patas debería ir recuperando su energía gradualmente. Muchos perros machos se recuperan bastante rápido en ~5 días, mientras que hembras (y gatos/gatas) pueden tardar unos días más debido a que la cirugía de esterilización de hembras es más invasiva. Aun así, todos requieren cuidados similares durante la primera semana.
- Apetito y baño: A estas alturas, tu mascota debería estar comiendo y bebiendo casi como de costumbre. Mantén una dieta equilibrada y evita darle alimentos distintos a los suyos (no es momento de experimentar con premios nuevos que pudieran causarle malestar). No le bañes ni permitas que la herida se moje; falta poco para que pueda volver a sus rutinas de aseo, pero por ahora nada de baños (esperar mínimo 10 días).
- Actividad física limitada: Aunque ya se encuentre mejor, continúa restringiendo su actividad. Nada de juegos bruscos ni saltos durante estos días cruciales. Si es un perro joven con mucha energía, puede ser un reto; mantenlo en espacios pequeños o incluso considera tenerlo en su transportín o una habitación controlada parte del tiempo para que no se sobreexcite. Los paseos deben seguir siendo breves y siempre con correa.
- Cura de la herida: Sigue limpiando la herida una vez al día (o según indicaciones del veterinario). A medida que pasan los días, la incisión debería verse mejor: seca, cerrada y con costra mínima. Es importante no dejar que se forme costra gruesa sobre la herida, ya que debajo podrían acumularse bacterias; limpia suavemente para retirar exudados secos. Continúa vigilando que tu mascota no se lama la zona en ningún descuido; el collar isabelino debe seguir puesto las 24 horas.
- Comportamiento y ánimo: Tu mascota posiblemente ya quiera volver a su rutina normal. Puede mostrarse un poco frustrada por las restricciones (¡es por su bien!). Proporciónale cariño y distracciones tranquilas: caricias, hablarle suave, algún juguete que pueda masticar sin correr. Si notas que está demasiado apática (triste, sin moverse casi) o con dolor pasados ya 2-3 días, consulta con el veterinario. Un leve decaimiento es normal al principio, pero debería mejorar con cada día. También avisa al veterinario si persistieran vómitos, diarrea o falta de apetito a esta altura.
Días 4 a 7: hacia la recuperación total
En la segunda mitad de la primera semana post-cirugía, la recuperación entra en su recta final. A partir del día 4 en adelante, tu perro o gato probablemente ya actúe casi como siempre, con ganas de jugar. ¡Todavía no puede hacerlo con total libertad! Debemos mantener algunas precauciones hasta cumplir al menos una semana completa, o lo que indique el veterinario.
- Ejercicio: Continúa evitando las carreras, saltos y juegos energéticos hasta completar al menos 7-10 días desde la operación. Aunque se sienta bien, internamente la cicatrización sigue en proceso. Un sobresalto podría reabrir la herida. Mantén las salidas controladas con correa y no lo lleves al parque a jugar con otros perros hasta que esté dado de alta. Si tienes otros animales en casa, intenta que jueguen de forma calmada o mantenlos separados temporalmente para que el convaleciente no se emocione demasiado. Además, si tu mascota convivía con individuos del sexo opuesto sin esterilizar, ten precaución extra: un macho recién castrado aún podría tener espermatozoides viables por unos días, así que evita contacto con hembras en celo por al menos un mes; de igual forma, no permitas que machos monten a una hembra recién operada. Mantén a los machos alejados de hembras no esterilizadas por ~30 días, y a las hembras operadas separadas de machos por al menos 7 días.
- Revisión de la herida y retiro de puntos: Muchos procedimientos de castración usan suturas reabsorbibles internas, por lo que puede que tu mascota no necesite retirada de puntos externa (el corte suele estar cerrado con sutura intradérmica o pegamento quirúrgico). En otros casos, especialmente en cirugías de hembras, se colocan puntos visibles que sí hay que retirar. Normalmente, la retirada de puntos externos o la revisión final de la herida se programa entre 7 y 10 días después de la operación. Acude a esta cita de control para que el veterinario verifique que todo ha curado correctamente. No te saltes este control incluso si ves a tu mascota bien; el profesional debe confirmar la cicatrización y dará las últimas indicaciones (por ejemplo, cuándo puedes bañarla o si debes prolongar algún cuidado).
- Fin de las restricciones: Tras la aprobación del veterinario en la revisión (o al cumplirse 10 días sin complicaciones), por fin podrás quitarle el collar isabelino y tu peludo podrá retomar su vida normal. 🎉 Aún así, reintroduce el ejercicio gradualmente; tras muchos días de reposo, conviene que vuelva a la actividad poco a poco. Disfruta de esta nueva etapa sabiendo que tu mascota está protegida por los beneficios de la esterilización.
Conclusiones y último consejo
La castración de tu perro o gato es una cirugía rutinaria, pero como ves, requiere una serie de cuidados antes y después para garantizar el mejor resultado. Planifica con anticipación los preparativos preoperatorios, sigue las indicaciones médicas día a día, y no dudes en consultar cualquier duda que surja durante la recuperación. Cada animal es único; siempre ajusta estas recomendaciones a los consejos específicos que te dé el veterinario que lleva el caso. Con amor, paciencia y atención, en pocos días tu compañero estará completamente recuperado, ¡listo para una vida sana y feliz tras su castración! Si notas cualquier signo fuera de lo común (herida muy inflamada, secreciones, decaimiento prolongado, dolor intenso), contacta con tu clínica veterinaria de confianza. Estamos para ayudarte en cada paso del proceso.
Esperamos que esta guía te haya resultado útil. La clave está en brindar a tu mascota todos los cuidados que necesita antes y después de la castración, para que su recuperación sea lo más llevadera posible. Con tu dedicación y los cuidados adecuados, pronto volverá a la normalidad, mejorando su calidad de vida y la de toda la familia. ¡Gracias por cuidar tan bien de tu peludo! 🐾