Cómo detectar problemas cardiorrespiratorios en tu perro o gato

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Los animales de compañía, al igual que las personas, pueden sufrir enfermedades que afectan al corazón y al sistema respiratorio. Estos problemas no siempre son fáciles de detectar en las primeras fases, ya que perros y gatos tienden a disimular el dolor o el malestar. Sin embargo, prestar atención a determinados signos puede marcar la diferencia entre un diagnóstico temprano y una emergencia grave.

Saber identificar síntomas cardiorrespiratorios ayuda a actuar a tiempo y a acudir a un veterinario cardiorrespiratorio o a un hospital clínico veterinario cuando sea necesario. A continuación, encontrarás una guía detallada para reconocer señales de alerta y cuidar mejor de tu mascota.

 

El corazón y la respiración: una relación vital

El sistema cardiorrespiratorio está formado por el corazón, los pulmones y los vasos sanguíneos. Su función principal es llevar oxígeno a todas las células del cuerpo y eliminar dióxido de carbono.

Cuando alguno de estos órganos no funciona correctamente, el cuerpo entero se resiente. En los perros y gatos, los problemas más frecuentes suelen ser:

  • Insuficiencia cardíaca (el corazón no bombea con la fuerza suficiente). 
  • Enfermedades congénitas (presentes desde el nacimiento). 
  • Enfermedades pulmonares crónicas (como el asma felino o la bronquitis en perros). 
  • Obstrucciones respiratorias (especialmente en razas braquicéfalas, como bulldogs o persas).

 

Síntomas que pueden indicar un problema cardiorrespiratorio

1. Dificultad para respirar

Uno de los signos más evidentes es la respiración acelerada o entrecortada. Un perro que jadea excesivamente sin haber hecho ejercicio, o un gato que respira con la boca abierta, puede estar manifestando una alteración grave.

2. Tos persistente

La tos no siempre se debe a un resfriado. En perros, por ejemplo, puede ser un síntoma de insuficiencia cardíaca congestiva. En gatos, una tos repetitiva también puede señalar problemas pulmonares o cardíacos.

3. Intolerancia al ejercicio

Si tu mascota antes corría o jugaba sin problema y ahora se cansa rápidamente, puede tratarse de un signo de que su corazón o sus pulmones no están trabajando al ritmo adecuado.

4. Desmayos o mareos

Algunas enfermedades cardíacas producen una disminución del flujo sanguíneo al cerebro, lo que provoca síncopes o desmayos repentinos.

5. Encías pálidas o azuladas

El color de las mucosas es un indicador importante de oxigenación. Encías pálidas, grisáceas o con un tono azulado deben considerarse siempre una señal de alarma.

6. Hinchazón abdominal o en las extremidades

En casos de insuficiencia cardíaca, puede acumularse líquido en el abdomen (ascitis) o en las patas. Este signo suele presentarse en fases avanzadas y requiere atención inmediata.

 

Factores de riesgo

Algunas razas y condiciones aumentan la probabilidad de sufrir enfermedades cardiorrespiratorias:

  • Razas pequeñas como el chihuahua o el caniche son más propensas a problemas valvulares. 
  • Razas braquicéfalas (bulldog, pug, gato persa) tienen mayor riesgo de dificultades respiratorias. 
  • Animales mayores suelen desarrollar enfermedades degenerativas del corazón. 
  • Sobrepeso y obesidad aumentan la carga sobre el sistema cardiorrespiratorio. 

Conocer estos factores permite a los cuidadores estar más atentos a cualquier signo sospechoso.

 

Diagnóstico en la clínica

Cuando aparecen síntomas, lo más recomendable es acudir a un hospital clínico veterinario. Allí se pueden realizar pruebas específicas como:

  • Auscultación con estetoscopio. 
  • Radiografías torácicas para observar pulmones y corazón. 
  • Electrocardiograma (ECG) para medir la actividad eléctrica cardíaca. 
  • Ecocardiografía para evaluar la estructura y el funcionamiento del corazón. 

Un veterinario cardiorrespiratorio está especializado en este tipo de patologías y puede indicar el tratamiento más adecuado, ya sea con medicación, cambios en la dieta o procedimientos más avanzados.

 

Prevención y cuidados en casa

Aunque no todos los problemas cardiorrespiratorios se pueden prevenir, sí es posible reducir riesgos con buenos hábitos:

  • Mantener un peso adecuado mediante dieta equilibrada y ejercicio regular. 
  • Evitar la exposición prolongada al calor, especialmente en perros braquicéfalos. 
  • Realizar revisiones periódicas, sobre todo en animales mayores de 7 años. 
  • Administrar los tratamientos prescritos de forma constante, sin interrupciones. 

Además, observar diariamente a la mascota es clave. Conocer su respiración normal y su nivel de actividad habitual permite detectar antes cualquier cambio.

 

Cuándo acudir de urgencia

Hay situaciones que no admiten espera y requieren atención inmediata en un hospital clínico veterinario:

  • Dificultad respiratoria grave o jadeo constante en reposo. 
  • Desmayo o pérdida repentina de conocimiento. 
  • Encías azuladas o muy pálidas. 
  • Tos con espuma o sangre. 
  • Letargo extremo acompañado de respiración agitada. 

Ante cualquiera de estos casos, lo más seguro es trasladar al animal lo antes posible para recibir asistencia especializada.

 

Conclusión

Detectar a tiempo los problemas cardiorrespiratorios en perros y gatos puede salvar vidas. Los síntomas suelen comenzar de manera sutil, pero con atención y observación es posible reconocerlos antes de que la enfermedad avance.

Un veterinario cardiorrespiratorio cuenta con las herramientas y conocimientos necesarios para tratar estas patologías, mientras que un hospital clínico veterinario ofrece el equipamiento adecuado para pruebas y emergencias.

La prevención, las revisiones periódicas y la vigilancia diaria en casa son pilares fundamentales para garantizar que nuestros compañeros de cuatro patas disfruten de una vida más larga, sana y feliz.

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